La locura de Piero Fornasetti en la “Triennale di Milano”

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Cómo siempre, la visita de amigos de otros países a casa es la oportunidad / pretexto para que mi familia y yo vayamos en plan de turistas a visitar museos y otras ciudades, no significa que en otras circunstancias no lo hagamos, pero hacerle de guía de turistas tiene su encanto. Este fin de semana tuvimos un par de amigos en casa y  era una visita obligada la Triennale di Milano, un foro apto para el arte contemporáneo y para cualquier expresión visual-auditiva y artística. Generalmente se encuentran más de una muestra, exposición o instalación y siempre se sale satisfecho y aunque no es el MOMA es un espacio que recibe grandes artistas, ahí he tenido la oportunidad de ver trabajo de David Linch, Roy Lichtenstein y a Víctor Vasarely (en la sede de Bovisa), todos me dejaron gratamente sorprendida y satisfecha, ahí mismo se manifiestan durante la semana del “Fuorisalone” movimiento paralelo al Salone del Mobile grandes talentos del design italiano y sólo por esto tiene ya todo mi respeto.

Esta última vez no íbamos a ver algo en específico, tuvimos confianza en que encontraríamos algo interesante y así fue, una gran exposición de “Piero Fornasetti | Cento anni di follia pratica” (Piero Fornasetti | Cien años de locura práctica) como homenaje a los 100 años de su nacimiento. No lo conocía, estoy segura que había visto trabajo suyo pero me acuso de ignorancia, no había nunca oído su nombre, fue como “redescubrir algo desconocido”. La exposición tiene un gran trabajo museográfico y la obra de Fornasetti ayuda, porque aunque es repetitivo la gran calidad del su trabajo mitiga la sobresaturación de al menos uno de los grabados que se repite al infinito (la cara de la soprano Lina Cavalieri).

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Rostro Lina Cavalieri
Foto Nydia Cuevas

Se encuentran en la primera parte de la muestra fotografías de la casa, la familia y el taller, esta última me hizo reflexionar en los grandes cambios (no se si llamarlo avances) que hemos hecho a nivel artístico; el taller de la familia Fornasetti era una gran habitación llena a reventar de herramientas, tintas y mesas de trabajo, para realizar un trabajo visualmente similar en nuestros tiempos (me refiero a los grabados y sus aplicaciones, no a la pintura), probablemente se requeriría una cámara fotográfica o un escáner, una computadora, un programa de manipulación de fotografía y una impresora, obviamente un medio de almacenaje de información, lo demás sería sólo impresión, todo esto cabe en una pequeña habitación o podría ser realizado hasta en un simple desayunador (bastaría solo tener el ingenio, que no es poco).

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Escritorio y silla
Foto Nydia Cuevas

El punto fuerte es, sin lugar a dudas, aparte del trabajo gráfico seguramente lo es la técnica usada, el grabado de gran calidad. Los temas esotéricos y circenses con toques de la antigua Grecia y Roma lo hacen un estilo particular pero tan armónico que uno de sus principales medios de expresión fueron los muebles, magníficos biombos, bancas, mesas, armarios, infinidad de piezas de fuertes y sólidos colores. Fuertes imágenes de gran impacto actuales y versátiles, a pesar de haber sido realizadas hace más o menos 70 años pueden ser comercializadas en esta epoca en cualquier “souvenir” o en un mueble de colección.

Biombo Rojo
Biombo
Foto Nydia Cuevas
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Foto Nydia Cuevas
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Charola con pez globo
Foto Nydia Cuevas

Toda la exposición era como un reflejo de lo mismo en distintos espejos, como si fueran las mismas piezas vistas desde distintos ángulos. En cierto modo es así, mismas imágenes distintas aplicaciones. Ahí mismo hay una cortina que recuerda los viejos espectáculos de circo —casi como si detrás de la cortina estuviera la mujer barbuda— y encontramos una sala con bancas donde se proyecta un video que recalca creativamente en stop motion (o animazione a passo uno —en italiano) las principales obras del Fornasetti viendo el rostro una y otra vez de Lina Cavalieri con múltiples expresiones faciales en platos, paragüeros, charolas y en piezas inimaginables.

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La recomiendo ampliamente, incluso los niños se divierten, las “escenografías” los hacen sentirse en mundos raros… entre sueños. Y como en todo museo está la tiendita, estas tienditas que odio porque tienen tantas cosas que quiero y que no me compro porque son carísimas. Ahí hay un librote y uno menos grande con imágenes de grabados y fotos del material que pareciera repetirse al infinito, si no lo compran al menos se merece una hojeadita.

La Triennale está promoviendo un concurso de fotografía de la muestra, donde las 3 mejores fotos se llevarán 3 premios. El hashtag es: #LoveFornasetti

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